La iluminación es uno de los elementos más críticos en un sistema de visión y, de hecho, es clave para lograr resultados estables y repetibles .
Las condiciones de iluminación deben optimizarse al máximo para que una cámara pueda capturar una imagen que el ojo humano pueda
distinguir sin la necesidad de una iluminación tan especializada.
Esto se hace mucho más evidente cuando el objeto a iluminar tiene formas complejas o superficies muy reflectantes.